Yoda -como se llamaba la perrita- era una mezcla de Crestado Chino con Chihuahua.
Y el animal saltó a la fama el año pasado cuando ganó un concurso internacional de perros feos, celebrado en California.
La perra era tan poco agraciada que cuando Terry Schumacher la vio por primera vez pensó que era una rata.
Pero su apariencia le permitió ganar los US$1.000 de premio del certamen "El perro más feo del mundo", en junio pasado.
Abandonada
Yoda tenía unos cuantos mechones de pelo, una lengua saliente y piernas delgadas y lampiñas.
Pesaba sólo 1,8 libras (0.8 kilos) y fue encontrada por Schumacher abandonada en la calle.
Pero después del concurso apareció varias veces en televisión, incluyendo en un programa de cambio de apariencia.
Yoda murió el sábado mientras dormía.
Su dueña dijo que extrañará "sus divertidas costumbres", pero dijo consolarse sabiendo "que se reunió con mi mamá y mi papá que siempre la quisieron mucho".
"En mi recuerdo vivirá para siempre", declaró Schumacher.
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