Un predicador marroquí proclamó unafatwa, edicto islámico, en la que autoriza a la mujer soltera a masturbarse, y le recomienda que lo haga utilizando zanahorias, botellas o incluso el mango de un mortero.
Lo que podría haber quedado en una anécdota se convirtió en un asunto de mayor importancia por la controversia que generó en el país norteafricano. Tanto es así, que el tema llegó hasta el Parlamento marroquí.
Abdelbari Zamzami, un polémico predicador de ese país, emitió hace unos días la fatwa de la discordia, un pronunciamiento legal en el que da vía libre a la masturbación femenina y aporta consejos sobre qué elementos utilizar para practicarla.
Según el predicador, su intención es impedir que la mujer "caiga en el pecado", para evitar tentaciones que se puedan dar fuera del marco del matrimonio. Zamzami aclaró además que la fatwa "no es de obligado cumplimiento, porque se dirige sólo a la persona que lo necesita".
En este punto, precisó que el edicto religioso está destinado de forma especial a las mujeres que tienen "impedimentos" para casarse.
Pero, aun sin quererlo, Zamzami reabrió el debate sobre cómo se emiten las fatwas y el alcance o influencia que pueden llegar a tener entre los fieles musulmanes.
No es la primera vez que Zamzami genera revuelo con sus edictos. En su anterior fatwa, Zamzami autorizaba a los hombres a practicar la necrofilia, siempre que lo hicieran con sus esposas "recién muertas".
Discusión en el Parlamento
El ministro de Asuntos Islámicos marroquí, Ahmed Taufiq, tuvo que intervenir en el Parlamento para aclarar que la fatwa de Zamzami no deja de ser una "opinión personal", después de que un diputado lo interpelase.
Según explica Ahmad S. Dallal, profesor de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad de Georgetown, Estados Unidos, "la fatwa (o fetua) es un pronunciamiento legal en el Islam, emitido por un especialista en ley religiosa (muftí) sobre una cuestión específica que afecta a un grupo o comunidad musulmana".
Dallal considera que actualmente "la fatwa debe ser vista como un mecanismo de gestión y comunicación de información".
Pero lo cierto es que el pronunciamiento de Zamzami desató numerosas críticas y comentarios de indignación en las redes sociales y tampoco faltaron las caricaturas publicadas sobre la cuestión.
Mohamed Fizazi, jeque de tendencia salafista, dijo por su parte que "esta fatwa es una locura, y supone un menosprecio por la sacralidad de la fatwas. Podría haber emitido su fatwa en privado a una mujer, sin necesidad de hacerla pública; así, se ha puesto en ridículo".
La reacción del protagonista ante el aluvión de críticas fue de sorpresa: Zamzami subrayó que no es el primer estudioso musulmán que diserta sobre la masturbación.
Otras referencias
No es habitual encontrar referencias a la masturbación en los escritos islámicos. Los estudiosos afirman que en algunos dichos del Profeta Mahoma se puede leer alguna mención a "la costumbre secreta", en referencia a la masturbación masculina.
El sheij sunnita Yusuf al Qaradhaiw habló en años recientes sobre la masturbación femenina, la cual, aseguró, "es más arriesgada que la masturbación masculina. La masturbación en el hombre no es tan arriesgada".
Al Qaradhaiw se refería a las consecuencias que puede tener la masturbación sobre el honor de la mujer, si por ejemplo ello hace que se ponga en duda su virginidad al momento de casarse.
Queda por ver el impacto real que las recomendaciones de Abdelbari Zamzami tiene sobre sus destinatarias, las mujeres.
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