Hasta 20,000,000,000,000.000 de contactos entre personas han sido interceptados y almacenados por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos desde el año 2001 hasta ahora. Y seguramente nadie tiene idea de aquello.
Según un reportaje publicado por el periódico New York Times en 2005 y ahora confirmado por la revista Wired en un reciente reportaje, junto con lo otorgado por dos empleados de la NSA, sabemos que dicha institución está conectada directamente a las compañías proveedoras de telecomunicaciones, como por ejemplo AT&T y Verizon, donde existen salones secretos dentro de los edificios de dichas empresas y tiene presencia la NSA, la cual ha logrado evadir con maestría a las instituciones reguladoras de dichas prácticas ilegales y anti-constitucionales, aunque el acta llamada Foreign Intelligence Surveillance Act of 1978 Amendments Act of 2008, aprobada por el Congreso de Estados Unidos el año 2008, hace que la gran mayoría de esto sea legal. ¿Qué ganaron las compañías? Inmunidad a las demandas judiciales en la fiscalía.
Pero ya dijimos que eso es sólo un ejemplo, pues lo peor es que se está presente en los satélites que orbitan el planeta y además proveen de sus servicios a Europa, Asia y países del Pacífico. No sólo eso: los cables subterráneos y submarinos también están interceptados. Internet, telefonía, lo que sirva para comunicarse.
Todo está siendo grabado; llamadas telefónicas, correos electrónicos y hasta las búsquedas que hacemos en Google. También los rastros que dejamos en sistemas cotidianos basados en la informática y computación, contando compras en línea, itinerarios de viajes, boletas de estacionamiento y más. Mucho más.
¿Qué hacer con tanta información? Ocurre que se está construyendo en Utah algo que la revista Wired llama “el centro de espionaje más grande del mundo”; un centro de datos denominado Utah Data Center (UDA) que bajo una inversión de USD$2 mil millones pretende almacenar todo lo recogido en estos últimos once años. Se inaugura en septiembre de 2013.
Pero el asunto no es únicamente guardar cosas en discos duros, pues la variedad de lo que se ha espiado es enorme, desde la ya mencionada información personal hasta reportes financieros, de seguridad nacional extranjera y en resumen, todo lo que abarca datos políticos, legales y económicos, siendo ésta información que viene codificada o encriptada, como es de esperarse.
Pese a esto, la NSA tiene todo planeado y es por eso que parte del proyecto UDA es tener una súper-computadora que a través de la fuerza bruta logre decodificar la información, todo en una instalación llamada “Multiprogram Research Facility”. Utilizar este método sin duda requiere de un gran poder de cálculo, por lo que se estima que recién el año 2018 la nueva súper-computadora de alto rendimiento estará conectada directamente a las bases de datos del UDA para trabajar en simultáneo.
Por el momento, este enorme centro de datos (data center) servirá para guardar lo recogido y traspasarlo directamente a la NSA, institución que se encarga de entregar los datos al Pentágono, la Casa Blanca y la CIA, toda filtrada y clasificada a la perfección según el nombre de la persona que se requiera.
La única protección que tenemos es encriptar las comunicaciones en Internet bajo el esquema de cifrado Advanced Encryption Standard (AES), estándar que aún significa un dolor de cabeza para la NSA y al día de hoy es uno de los más populares del planeta, estando integrado en los navegadores web y programas de correo electrónico mayoritariamente, canales que por el momento siguen siendo relativamente seguros, al menos hasta que entre en operación la súper-computadora del UDA.
Para finalizar, y en un intento por generar conciencia en la población, una fuente anónima dijo lo siguiente respecto al trabajo de espionaje que realiza la NSA:
“Todos son un objetivo; cualquiera que se comunique es un objetivo”.
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